Altos ejecutivos, directivos, puestos con mucha responsabilidad, trabajos donde se fijan resultados imposibles de alcanzar, padres/madres de familia con problemas económicos, y un largo etc. son solo ejemplos de personas que viven unas circunstancias donde no hay control de los resultados finales. Es este tipo de personas las que están predispuestas a sufrir problemas psicopatológicos y psicosomáticos asociados a la ansiedad, frustración y baja autoestima; y que a la larga puede afectar en su conducta personal.
Cuando nuestras expectativas personales, las expectativas que otros (padres, profesores, compañeros de trabajo, etc.), o incluso las expectativas creadas por la misma sociedad nos hacen tomar un tipo de conducta determinado, puede llegar a ser contraproducente y crearnos sensación de ser "insuficientes" o " no llegar a todo".
Se nos indica que para ser reconocido y triunfar en la vida hay que conseguir las mejores marcas, las mejores clasificaciones, los mejores resultados en toda aquellas actividades que desarrollamos, sin prepararnos a un posible fracaso, o simplemente a que no se puedan alcanzar todas las metas por circunstancias varias.
Y es que desde bien chicos se nos educa en una cultura basada en el esfuerzo y la superación, donde los códigos sociales exigen ser impecables y los entornos de trabajo fomentan la competitividad para destacar como los mejores y más competitivos.
Atención, ya que ser demasiado responsable puede tener consecuencias fatales para tu salud física, mental y emocional.
Todos hemos pasado etapas más o menos difíciles de llevar, y por lo general solemos desarrollar herramientas que nos aportan soluciones pasajeras.
Para combatir el estrés y la ansiedad es preciso entender que es una reacción adaptativa de nuestro cerebro.
El cerebro es predictivo no reactivo, es decir, si introducimos en una calculadora 2+2 nos da 4. Nuestro cerebro se basa en la supervivencia, y siempre va a predecir el peor de los desenlaces posibles. Este tipo de conducta, prolongada en el tiempo, es la que nos va a hacer entrar en estrés, ya que no sabemos desconectar nuestro miedo a una posible pérdida física y/o emocional.
Es el síndrome del "tener que ...", del "debo de ...", del "necesito hacer …", y todo ésto conllevan una serie de exigencias que de no llegar a cumplirlas crean estados de ansiedad, frustración e incluso insatisfacción.
Todos estos procesos psicopatológicos y psicosomáticos conlleva una conducta excesiva y desgastadora, donde no solo el nivel de autoexigencia es excesivo, sino que llega a condicionar nuestras relaciones interpersonales ya que es ese el mismo rasero que utilizamos con otras personas, creando, realmente, situaciones conflictivas de forma continua.
El tipo educación basada en la exigencia de resultados sobresalientes suelen dar como resultado hijos inseguros, tímidos y con baja autoestima.
Existe una gran desequilibrio emocional producido por no alcanzar los objetivos fijados que hacen que el niño se juzgue, se castigue y reprenda si no es capaz de alcanzar esas metas personales, siendo incapaz de tener un crecimiento desde sus capacidades y valores de forma sana,
Hay que aprender a gestionar nuestras emociones, a poner límites personales desde el AUTOCONOCIMIENTO para no hacernos cargo de todas las exigencias creadas desde las diferentes expectativas basadas en una competitividad excesiva que nos hace caer presos del perfeccionismo y alejándonos de nuestras necesidades reales.
Gracias a los estudios en neurociencia asociados a la psicología se ha visto que el origen del problema es una conducta asentada en un miedo al fracaso.
Normalmente el origen se ha creado en la infancia, y es ahí, en ese evento donde hay que actuar para producir un cambio en el nuestros recuerdos y la forma de interaccionar con ellos.
Soy el creador de una técnica psicológica de tercera generación y en mi experiencia primero personal, como empresario de cuarta generación que perdió su empresa; y luego como terapeuta, he desarrollado un proceso que permite a cualquier persona adquirir las herramientas oportunas para tomar las riendas de su comportamiento personal.
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